Los plásticos pueden tardar siglos en descomponerse de forma natural, lo que supone un grave desafío para el medio ambiente. Para 2024, el consumo global de Etiquetas RFID había aumentado a aproximadamente 46,5 mil millones de unidades, contribuyendo significativamente a la degradación ambiental. Como conciencia de sostenibilidad continúa aumentando y los gobiernos introducen políticas ambientales más estrictas, existe una demanda creciente por parte de las marcas que buscan minimizar su huella de plástico para RFID ecológico soluciones.